Al sur del Tajo

Saliendo de Casa Branca, el recorrido está flanqueado por los campos y suelos arenosos de la orilla sur del Tajo. En medio de un paisaje armonioso y tranquilo, surgen pequeños pueblos con un patrimonio cultural y natural ribereño, donde la fauna y la flora son variadas y ricas. La presencia del agua proporciona actividades de ocio y recreo. En Alvega, la iglesia parroquial de São Pedro, con su rosetón y su torre lateral, está protegida por un patio amurallado con un panel de azulejos devocionales de san Antonio. Continúa por una zona de páramos y dehesas, con majestuosos conjuntos de alcornoques y encinas. Después de Pego, un pueblo de casas sencillas, la proximidad del agua se acentúa. Aquapolis es un magnífico espacio de ocio a lo largo de las dos orillas del Tajo, donde se alza la emblemática obra de arte contemporáneo del escultor Charters de Almeida.  El puente metálico, inaugurado en 1889 para la instalación del ferrocarril, así como los pilares del muelle que, en el siglo XIX, sostenían un puente militar formado por barcazas, forman parte del patrimonio histórico. La travesía hacia la orilla norte, con la ciudad de Abrantes en el horizonte, se realiza por los arcenes de la carretera sobre el río, bien protegidos y resguardados.